miércoles, 14 de enero de 2015

LUZ CASANOVA: MUJER ACOGEDORA

        Luz nunca perdió la sonrisa, aquella contagiosa simpatía que dejaba en los demás la sensación de que ella disponía siempre de todo el tiempo del mundo para quererlos y escucharlos.

   Insistía en que había  que hablar con bondad, con mucha amabilidad, poniéndose en lugar del otro, sin interrumpirle mientras hablaba, con gracia, alegría y sencillez, con un respeto profundo al interlocutor.

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